sábado, 31 de agosto de 2013

La oficina del placer

Estas en tu oficina, sentada en tu escritorio con una minifalda y una camisa rayada ceñida al cuerpo. En un instante sales de ella para ir al baño mientras justo en ese momento llego a tu oficina y no te encuentro en ella.
Vuelves a tu oficina y encuentras un gran ramillete de flores y un mensaje mío: Te espero en casa amor aunque puede que nos encontremos antes. Tú ríes encantada y sigues trabajando en tu computadora. Ya es casi hora del almuerzo y estas sumamente ocupada. En eso recibes una llamada de tu jefa. Necesita preguntarte algunos datos para poder terminar el balance de la empresa por lo cual tienes que quedar un buen rato al teléfono. Pones el altavoz para poder revisar tu computadora mientras le comentas los detalles que ella te pide. Mientras estas centrada hablando con tu jefa sientes una leve corriente de aire entre tus piernas. No le das mucha importancia y sigues con la charla cuando vuelves a sentir otra corriente de aire un poco más tibia y al momento un roce en tu pantimedia muy ligero. En la sensación intentas tocar tu pierna pensando que puede ser un insecto o algo entre las medias. No despegas la vista de la pantalla y sigues trabajando cuando de nuevo sientes un viento tibio junto con una caricia entre tus pantorrillas. Te despegas del escritorio, rápidamente miras hacia abajo para descubrirme bajo tu escritorio. Sonríes pero me pides que no siga haciendo nada. Tu jefa pregunta si te sientes bien pues callas mientras me intentas alejar un poco. Le respondes que no pasa nada mientras que comienzo a sacar los zapatos con tacones y acaricio tus pies recorriendo tus piernas. Comienzo a subir mis dedos entre tus piernas livianamente mientras intentas seguir trabajando. La caricia se intensifica más y más mientras alterno entre besos y caricias. Entre el roce de mis dedos y tus pantimedias la sensación es más intensa a cada momento. Subo mas ahora por tus muslos acariciándolos con ambas manos mientras intentas contener la excitación y tu voz se torna rara. A pesar de que te sientes incomoda no me pides que pare. Quedo de rodillas acariciándote las piernas, suave e intenso mientras intentas que tu voz no cambie de tono pero se siente algo agitada. Te cuesta hablar normalmente. Coloco mi cabeza entre tus muslos y mi nariz y boca se posan en tu entrepierna. Huelo tu entrepierna profundamente. Mi nariz roza tu ropa interior entre la pantimedia. Te callas de nuevo y sueltas un ligero gemido. Quedo un momento entre tus piernas y te observo. Tu jefa vuelve a preguntar que te sucede y tú le dices que la disculpes por un momento para beber agua mientras muerdes tus labios intentando contenerte. Despego mi nariz y con ambas manos rasgo tu pantimedia. Dedeo tu sexo por sobre ti ropa interior en círculos sintiendo como lentamente se humedece. Respiras más agitadamente cada vez y tu jefa lo nota. Tus compañeros de trabajo ven cómo te contoneas en tu escritorio de forma extraña. Incluso ven como desabotonas un poco tu camisa disimulando que tienes calor. Mi dedo hurguetear tu sexo y con el muevo tu ropa interior hacia un lado dejando tu sexo semidescubierto. Ya está húmedo e inserto otro de mis dedos solo para sentir como la punta del mismo se humedece. Al retirarlo de tu interior una viscosa y transparente estela queda prendada. Acerco mi dedo a mi boca y saboreo el manjar de tu sexo tibio. Acerco mi lengua a la entrada de tu vagina y con la punta rozo los labios Un ligero estremecimiento junto con un pequeño alarido sale de tu boca. Están tan concentrada que no alcanzas a percibir que tu jefa te llama apresuradamente preguntando que te paso y porque se sentían esos suspiros. Le dices que estas un tanto enferma y que sería mejor seguir después de almuerzo. Cortas rápidamente y vez como ya tengo mi lengua acariciando tu sexo. Sin darte cuenta hasta bajaste tus caderas para que pudiera lamerte y aferrarme a ti mejor. Sostienes tu lápiz en tu mano con fuerza intentado aguantar la excitación que se vuelve cada vez más imparable. Sin fijarte tus compañeros esperan en tu oficina preguntando si estás bien pues te ven muy rara. Ellos sospechan que estas algo excitada tanto que hasta los pantalones de tus compañeros evidencian la excitación al verte así. No les dices casi nada y les avisas que iras más tarde. Mientras se alejan tu cuerpo cede y tu mirada queda pegada en el techo. Ahora tus manos se aferran al respaldo de tu silla mientras mi ávida lengua recorre tu sexo. Lo devora con energía. Recorre tu clítoris y lo pongo entre mis labios. Jugueteo con él y cada vez decaes más y más por tu silla mientras observas a la gente irse a almorzar. Ya no hay nadie amor…puedes soltar tu gemido con tranquilidad. Serás mi almuerzo. Deseo beberte más y más. Me encanta tu sabor. Tu sabor de mujer. Inserto uno de mis dedos. Lo arqueo en tu interior. Rozo tu interior haciendo presión en tu punto débil. Siento como tu pared interior se hincha con cada roce de mi dedo. Ya tienes tu minifalda en la cintura y tu camisa levantada dejando al descubierto tú estomago que es acariciado por tus dedos. Levanto la mirada y salgo de debajo del escritorio. Te beso apasionadamente mientras mi mano se cuela entre tu ropa y tomo tu pecho. Mi lengua se cuela con la tuya y la saliva sale de nuestras bocas tan abundantes como si estuviéramos probando el más delicioso de los manjares. Te pongo de pie y termino de rasgar tus pantimedias. Bajo tu ropa interior que queja en el suelo y te siento en el escritorio apartando cada lápiz y hoja que estaba sobre él. Te vuelvo a besar desenfrenadamente bajando de mi pantalón en el proceso. Dejo mi miembro al descubierto ya muy duro y casi palpitante. Te apoderas con tus manos de mi pene y lo masturbas. Estas sentada de piernas abiertas y masajeando con tus manos mi pene recorriendo su forma entre tus palmas mientras intento refugiar mi excitación afirmado a tus hombros. Actuó de forma repentina y te penetro con fuerza. Ambos temblamos mientras me sientes dentro de ti. Paso la lengua por tu cuello solamente aunque me muero por morderlo. No quiero dejar marca. Comienzo a moverme a pasivo ritmo primero. Sientes como cada centímetro de mí entra y sale lentamente. Siento tu sangre y la mía recorrer velozmente el interior nuestro. Mi ritmo se hace más rápido mientras me sujeto al escritorio. Vemos ambos nuestras caras de excitación y el respirar de nuestra boca y nuestro gemido. Nos observamos fijamente sin retirar la mirada haciendo que cada vez nos sintamos más excitados. Cada vez voy más duro y rápido sintiendo un calor abrazador desde tu interior. Sintiendo que nos derretimos de excitación. Estamos en el límite y pareciera que el escritorio se va a desarmar de tanta pasión. Noto como estas a punto de venirte y aun así lo pregunto. Saco mi pene y rápidamente inserto mis dedos. Te masturbo con rapidez presionando con mis dedos hacia arriba. En eso te afirmas y das un alarido de placer mientras siento como tu chorro dale disparado con rapidez y tus piernas tiemblan de placer seguido de un orgasmo. Me descontrolo y bebo un poco de tu chorro. Beso y lamo tu sexo con hambre mientras tú te desplomas de espalda sobre el escritorio. Al hacerlo notas como unos pares de ojos se asoman por la puerta de la oficina pero que al verte no se alejan. Te asustas pero te encanta aún más que te observen. Te levantas, acercas una silla simple y me sientas sobre ella. Terminas de bajar mis pantalones y te arrodillas frente a mí. Colocas mi pene entre tus manos y paseas tu lengua sobre ella. Me recorres el glande con delicadeza y recorres el tallo de mi pene de arriba abajo una y otra vez. Vuelves a levantarte la minifalda sabiendo que nos observan y tu trasero queda al aire. Comienzas a pasar tu dedo entre los labios de tu vagina mientras te metes a la boca mi pene y lo chupas y sorbes con locura. Lo masturbas mientras lo chupas una y otra vez y tu dedo se pierde en tu interior masturbándote desenfrenadamente. La mamada junto con la masturbación y los que miran a escondidas aumentan de nuevo tu libido. Te levantas rápidamente y te montas sobre mí. Yo ya estoy en mi límite pero me pides que aguante un poco más. Observas el reloj y me cabalgas con fuerza. Siento que mi pierde sensibilidad y que se pierde entre tu interior. Jamás había sentido algo igual y aunque sabía que estaba por venirme no quería parar. En eso tus caderas se menearon muy rápido…ya no podía aguantar y te lo dije. Me dices que quieres que eyacule dentro de ti. Un chorro se propulso dentro de ti con tanta fuerza que me asusto. Nunca me había corrido con tanta fuerza. Aun cuando había acabado seguía excitado y espere a que te vinieras sobre mí. Sentí como tu interior se estremecía mientras te aferrabas a mí con fuerza para intentar contenerte. Sonreíste y miraste nuevamente hacia atrás y te levantaste. Ahí las miradas desaparecieron. Te gusto el almuerzo mi amor. Te esperare entonces cuando llegues a casa porque será aún mejor la cena

Un tren ardiente

Fue en otoño cuando, con unos primos, decidimos ir a visitar a unos tíos que vive del sur. Yo y mi hermano junto con dos de mis primas y su hermano menor. Mi tío era maquinista de trenes por lo cual casi no lo veíamos a menos que fuéramos a la estación. Él siempre nos contaba las historias de los recorridos que realizaba y por lo general nos quedábamos hasta altas horas de la noche conversando dentro de algún vagón de tren y nos quedábamos dormidos en los vagones mientras el tenia que irse a trabajar. Uno de esos días, mientras dormía, siento una mano que me movía para despertarme…Era Giselle, una de mis primas, que me había despertado porque quería orinar y no quería ir sola porque le daba miedo, así que la acompañe. Íbamos de camino al baño de la estación cuando se detiene y queda parada tras de mi con la cabeza agachada. Me doy vuelta y le pregunto que pasaba…en eso me responde de que no tenia ganas de ir al baño que todo había sido una excusa para salir del vagón y vi como sus ojos me miraban con lujuria. Viene y con una risa picara me toma de la mano y me lleva a otro vagón y me tira sobre un montón de ropa que había ahí. En eso comenzó a sacar la correa y a bajarme los jeans con todo y bóxer. La miro un tanto desconcertado mientras me dice que ya no aguantaba más y que quería que la cogiera y en el instante comenzó a meter la mano en su ropa interior pasando los dedos por su conchita y con la otra masajeabas sus tetas. UYYYY….SIII QUE RIIICO….MIRA COMO ME TIENES…TENGO MI CONCHITA TODA MOJADA Y ES POR TU CULPA y en un movimiento rápido tomo mi polla y empezó a lamerla con desenfreno. Pasaba su lengua por la punta de mi pene en círculos mientras masajeaba mis testículos. NO PUEDO MAS…LAMEME MI CONCHITAAA. Se saco los calzones y puso su vagina en mi cara. Estaba toda mojada y su clítoris estaba duro…LAME…LAME...ASI…BIEN DENTRO CON TU LENGUA…la lamí con desenfreno. Era embriagante el sabor de su conchita y sus jugos salían cada vez mas mientras agitaba sus caderas…SI PAPITO SI…CHUPAME ENTERITA…AYYYYYY…ME ENLOQUECES…COSITA…QUIERO TU VERGA….TE QUIERO DENTRO…VAMOS….En ese momento se apresuró y se monto en mi pene… comenzó a mover lentamente sus caderas y podía sentir como corrían sus jugos…sentía su vagina apretada y chorreante. No aguante y comencé a lamerme los pechos como perro hambriento…AHHH  ASI  NO PARES DALE DALE…LAMEME TODITA…UYY…me enloquecían sus quejidos de placer. En ese momento me quedo mirando a los ojos y me dijo: ¿CONOCES LA BATIDORA? Y comenzó a girar su cadera en círculos con mi verga aun dentro de su conchita. AHHHH….PRIMA…NO PUEDO MAS…ME CORRO…ME CORRO...ME CO…y metió su lengua en mi boca, me beso con desenfreno y prácticamente se comió mi lengua…en eso bajo hacia mi verga…DAME TODA TU LECHE…TE QUIERO POBRAR…ASI EN MI BOCA…se metió mi polla a la boca y acabe dentro de ella. No paro de chupármela hasta que saliera toda…se la trago todita. Mientras me la había estado chupando tenia sus dedos en su vagina y los meneaba sin cesar mientras con un dedo masajeaba su clítoris. Una vez terminado el lechazo se tendió de espaldas con sus dos dedos aun dentro…AHHH…UUUU...AHORA TE TOCA A TI CHUPARME TODITO MI JUGO y salió un chorrito que pensé que era orina…era un poco pegajoso y dulce mientras sus piernas se estremecían con el orgasmo, me chupaba los dedos con pasión…bastante agitada me dice…Y ESTO PRIMITO, SE LLAMA SQUIRT. Nos vestimos rápidamente y nos subimos al vagón donde estaban los otros durmiendo. Al día siguiente despertamos con mucha hambre, mi tía nos preparo el desayuno y le pregunta a mi prima: ¿GISELLE, QUIERES LECHE? En ese momento ella me mira un segundo y responde NO TIA, AYER YA TOME SUFICIENTE y se ríe.